Este es mi primer oneshot, espero que os guste :)
Título: Tarde inesperada
Tipo: Hetero, oneshot, Yongguk x fan, lemon
Advertencia: Contiene lemon (no me hago responsable de mentes perversas)
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Yongguk se me acercó a mi mordiéndose los labios, un enorme
escalofrío inundo todo mi cuerpo y no pude evitar sonreír. Me dio un
abrazo, cosa que me sorprendió porque no me suele abrazar. Soy su
mejor amiga desde hace dos años y esta es la primera vez que me
abraza, es una sensación rara pero me gusta.
- ¿A que viene esto? - dije extrañada.
- He aprobado el examen! - me contestó él con una sonrisa amplia.
- Eso es genial. Me alegro mucho por ti, grandullón – dije acaraciándole el pelo.
Eso significaba que ya lo tenía todo aprobado y que ya podíamos
disfrutar de las vacaciones. Tenia tantas ganas de empezar las
vacaciones y por fin decirle lo que sentía por él. Estaba
completamente enamorada de él desde el primer día en que lo vi y la
verdad ya estaba harta de guardarme ese sentimiento, tenía que
decírselo cuanto antes y sufrir las consecuencias porque si no le
gustaba el mundo se me vendría abajo.
Estaba tan entretenida pensando todo esto que cuando me di de
cuenta Yongguk me estaba mirando con esos ojos penetrantes y esa
sonrisa de medio lado tan sexy.
- ¿Que piensas? - me dijo
- Ahh... no... nada... esto... MIRAAA!!! Ahí viene el bus –
dije intentando disimular, aun que no se me da bien.
Nos subimos en el bus y nos sentamos como siempre en el segundo
asiento, yo al lado de la ventana y él en el otro. Me quede mirando
por la ventana y cuando llegamos a la parada, bajamos.
Fuimos recorriendo las calles hablando de cualquier cosa hasta
llegar a mi casa. Nos paramos en frente de la puerta y Yongguk me
dijo susurrando al oído ''¿me dejas pasar?'' Lo único que pude
hacer fue sonrojarme y abrir la puerta. Entramos en casa y por
suerte no había nadie, Guk se sentó en el sofá mientras yo en la
cocina preparaba algo de comer, nunca había estado tan nerviosa eso
que no era la primera vez que estaba a solas con él pero notaba que
esta vez era diferente.
Me senté en el sofá con él y nos pusimos a comer. Cuando
acabamos me di de cuenta de que estaba mirando para mi con una
lujuria indescriptible.
- Gukkie, ¿que pasa?
- Rim, tengo que decirte algo importante, pero.. no sé.
- Venga Oppa dime – le dije haciendo pucheros
- Esto... me gustas... me gustas mucho, siempre me has gustado y
esto... yo...
No le deje acabar la frase, lo que hice fue lanzarme y besarle
suavemente, sus labios eran gruesos y los mios finos y la verdad
encajaban perfectamente, me sentía en una nube. Nos separamos.
- Gukkie tu a mi también me gustas mucho – le dije confiada.
- No sabía que besaras tan bien jeje tal vez tenía que
habértelo dicho antes – dijo con una voz sexy acto seguido me
sonrrojé y lo miré a los ojos acortando la distancia para volver
a besarlo.
El beso fue muy diferente al anterior, fue con mucha pasión,
sentía sus manos en mi espalda mientras las mías estaban en su
pelo, nuestras lenguas se peleaban en una incesable batalla. De
pronto hizo que me sentra sobre él y se levantó llevándome a la
habitación. Me tiró sobre la cama y se colocó encima mía, me
empezó a desabrochar la camisa mientras me besaba como un loco.
Mientras mis manos se iban introduciendo po su camiseta tocando esos
marcados abdominales. Mi corazón me latía a cien, no era la primera
vez que me iba a acostar con alguien pero era Yongguk, el Yongguk del
que llevaba enamorada desde hacía años.
Dejo de besarme y me quitó el sujetador mientras yo le quitaba la
camiseta. Se volvió a abalanzar sobre mi mientras me besaba el
cuello y bajaba hasta mi pecho, cuando su lengua jugueteó con ellos
no pude evitar que un gemido saliera de mi boca.
Levantó la cabezo y me miró con una sonrisa seductora, tire de
él para que dejara lo que estaba haciendo y le besé con ansias
mientras nos íbamos quitando los pantalones. Al cabo de unos minutos
estábamos los dos desnudos y él estaba a punto de entrar en mi le
dije que fuera despacio a pesar de que no era mi primera vez tenía
miedo de lastimarme.
Nunca había sentido algo tan fascinante, nuestros cuerpos se
movían perfectamente coordinados. Sus gemidos eran bastantes roncos
y eso hacía que me excitara más. Estaba llegando al máximo, lo
notaba y él también, de pronto Yongguk acabó y se tiró sobre mí
para costarse en la cama y taparnos con una manta. Nos quedamos unos
minutos con las respiraciones agitadas intentando calmarnos.
- Rimi
- ¿Que?
- Te quiero mucho
- Y yo a ti Gukkie
Nunca en mi vida olvidaré ese día. Actualmente Yongguk y yo
llevamos tres años juntos y somos más felices que nunca.
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