Love in war (Cap 4)

Apreté el gatillo, pero no salió ninguna bala. ¿Realmente lo estaba apretando o eran imaginaciones mías? No, no lo estaba apretando. Era incapaz de matarlo, había matado a gente, pero me era imposible hacerlo. Observé sus heridas tenía un disparo en las costillas, no era muy profundo. Lo giré y emitió un pequeño quejido. Puse su brazo en mis hombros. Kris lo intentó impedir pero yo no se lo permití. Nos levantamos y caminamos,como pudimos, hasta un lugar más alejado. Ayude a que se sentara y examiné sus heridas mejor. Estaban bastante mal, no creo que aguantará mucho, Kris me observaba atentamente mientras yo buscaba algo que comer o beber. Por suerte encontré un pequeño río helado, con una piedra rompí el hielo y cogí agua con mis manos. Salí corriendo con el agua cayéndoseme y se la dí, poco bebió ya que la mayoría la fui dejando por el camino. Repetí esta acción unas cuantas veces hasta que Kris parecía satisfecho. Me senté a su lado y lloré. Kris apoyó su cabeza a mi lado y nos quedamos dormidos.

Cuando desperté noté un peso sobre mí, me levanté y Kris cayó, comprobé su respiración y tal como imaginaba no respiraba. Me alejé tan rápido como pude, no quería estra ahí, quería irme ¿a donde? ni siquiera yo lo sabía. Volví a donde estaban los cuerpos de Luhan y Tao, todo seguía igual, cogí una mochila que había allí y la cargué de munición: armas, granadas, explosivos... todo lo que encontré. Examiné la zona, buscando algún rastro posible pero solo encontré el rastro que Kris y yo habíamos dejado el día anterior. Registre todos los cuerpos buscando algo de comer o beber pero no encontré nada. Me marché y caminé bastante rato. Subí a una montaña y observé el paisaje, se veía una pequeña aldea ardiendo pero ningún rastro de gente. Observé la aldea, salía humo de una iglesia y varias casas de los alrededores estaban completamente destruidas. Ví un rostro familiar, era Joon, sí era Joon.

       - JO..!!! - Paré de hablar en seco, me tapé la boca ¿Pero que? Estaba hablando con norcoreanos. 

Me escondí rápidamente. Por suerte no me había escuchado. ¿Qué estaba pasando? ¿Acaso estaba secuestrado? No, imposible, estaba completamente suelto y hablando con ellos. Ahora lo comprendía, era un traidor. Me había engañado como una tonta. Estaba furiosa, muy furiosa. Los observé detenidamente. Llevaban a dos chicos atados, eran Xiumin y Lay. Tenía que rescatarlos, sacarlos de allí y llevarlos a China donde estarían a salvo. ¿Pero cómo? Estaba tan concentrada pensando un plan para rescatarlos que no me di de cuenta de que tenía a alguien detrás.

     - Shhh... Tranquila no grites - me dijo tapándome la boca.